Violencia escolar. Jose A. Marina

 Opiniones de Jose Antonio Marina:

Temas como la compasión, el sentimiento de justicia, el respeto, el control de la atención, de la impulsividad o de la furia, la superación del miedo o de la vulnerabilidad, incluso la capacidad de expresión verbal, están relacionados con el tema de la violencia.

Este eminente filósofo propone la elaboración de una “Carta de los deberes educativos” para introducir la responsabilidad a todos los niveles. En ella se recogerían los deberes de los padres, de los alumnos, de los profesores, de las Instituciones política, el ciudadano y de las instituciones sociales.

Además, reivindica que en la asignatura de lengua se enseñe a los alumnos a resolver los conflictos mediante la comunicación, ya que una parte importante de la violencia se produce por la dificultad que existe para comunicarse. “Los conflictos que no se resuelven lingüísticamente, se resuelven a palos”.

Definir bien el problema.

En el concepto “violencia escolar” se incluyen con frecuencia fenómenos muy distintos, con lo que se agranda y difumina el problema. Cada uno de ellos tiene un tratamiento diferente:

A.- Brusquedad, malos modos: gritos, insultos, expresiones zafias . Por desgracia se han generalizado en nuestra sociedad un cierto encanallamiento de los modales. Son desagradables, pero no podemos considerarlos actos de violencia.

B.- Falta de disciplina en las aulas . Perturbación del orden. Son un gran obstáculo para la eficacia educativa, pero en la mayoría de los casos no son actos de violencia. Han de ser tratados con una metodología específica.

C.- Impulsividad . Sobre todo en niños pequeños este aspecto ha de ser vigilado atentamente. Es una dificultad para controlar la propia conducta, que a veces necesita un tratamiento especial. Conviene iniciarlo cuanto antes, porque la impulsividad (hiperactividad, déficit de atención, etc) provoca retraso escolar, y mal ajuste social. Puede favorecer, además, la aparición de conductas agresivas.

D.- Carácter iracundo . Hay alumnos que han construido un estilo afectivo propenso a enfurecerse. Son susceptibles, se encolerizan con facilidad. En muchas ocasiones el sujeto se siente asustado ante sus propias reacciones. Los autores antiguos decían que la furia es una locura breve. Puede no conducir a actos violentos, si la capacidad de autocontrol es fuerte. Pero conviene ensayar alguno de los programas de educación emocional existentes para tratamiento de los ataques de ira.

E.- Actos de violencia . Es el comportamiento dirigido a hacer daño a otra persona, aprovechándose de una superioridad física o numérica. También hay que incluir actos de crueldad con animales, o actos de vandalismo destinados a destruir objetos. Según las encuestas, este comportamiento va acompañado frecuentemente otras conductas antisociales: consumo excesivo de alcohol y otras drogas, pequeños robos, sexo precoz o promiscuo, desprecio a toda actualidad, etc.